miércoles, 28 de diciembre de 2011

Capítulo 12 Rijeka


Amaramos en la bahía de Kvarner con las primeras luces del alba, el puerto apenas tenía actividad, las luces que lo iluminaron durante las penumbras de la noche, comenzaban a apagarse poco a poco como luciérnagas agónicas.
Un pequeño remolcador se aproximó al hidro y nuestro piloto comentó de modo jovial:
-Иванович, всегда вовремя (Ivanovic, siempre puntual)
Efectivamente la organización de Piotor era precisa como un reloj, cargamos nuestro equipaje y el espejo y nos dirigimos al puerto de Rijeka.
-Os presento a Ivanovic, el gracioso de nuestro grupo -, dijo inusualmente desenfadado Piotor.
-¿Sabíais que en esta ciudad se inventó el torpedo? -, añadió Ivanovic en un intento de amenizar nuestra llegada.

-Ivanovic, siempre dices lo mismo, sabes que lo sé de sobras. -, repuso Piotor, casi burlón, sin enojo en absoluto.
-Ya sé que tú lo sabes ¿Pero ellos? ¿eh?
-Yo no lo sabía. -, le contesté.
 -¿Que es un torpedo? -,preguntó Roxane.
-La tecnología bélica es algo que desgraciadamente ha avanzado muchísimo, un torpedo es una bala de cañón con un motor incorporado en su interior, que le lleva inexorablemente al buque que ha de hundir, golpeándole directamente bajo su línea de flotación. -, le informó Merlín.
-¿Bajo su línea de flotación? -, preguntó de nuevo Roxane extrañada.
-Tiene forma de tubo con la punta roma y atrás lleva una hélice que lo propulsa, moviéndose ligeramente sumergido, escasamente un metro bajo el agua. -, añadí yo.

-Dios mío, qué crueldad, han debido hundir muchas naves desde que se inventó. -,culminó horrorizada Roxane.
-Ni te lo imaginas. -, apuntó Piotor.
Ivanovic miraba extrañado a Roxane, había algo que no entendía de ella, pero se lo calló para no ofender a los amigos de su hermano de armas. Ajeno a lo que le extrañaba continuó su relato.
-Esta ciudad es la capital del condado de Primorje-Gorski Kotar y tiene uno de los más importantes teatros de Croacia.
-Me encanta el teatro ¿me llevarás amor mío? -, me preguntó ilusionada Roxane.
-No será al de Rijeka, me temo -, aguó la fiesta Piotor.
-OOOOh .- Se lamentó Roxane.
-¿Por qué no? -, repuse yo.
-Realmente el tiempo es lo que nos sobra. -. Añadió Merlín.
-La organización está sujeta a unos horarios -, intentó explicarse  Piotor.
-¿Acaso no ibais a descansar en Triesde? A mí no me importa llevaros mañana o pasado, podéis descansar aquí. -, ofreció complaciente Ivanovic.
-Está bien, tienes razón Ivanovic, a partir de Triesde el horario es cosa nuestra, si a ti no te importa la espera, disfrutaremos de esta ciudad. -, finalmente Piotor cedió a su anterior firmeza.
-Habéis viajado todo la noche, os llevaré al hotel Milenij que es de mi confianza, en él  podréis descansar si queréis todo el día, podréis asearos y disfrutar de la gastronomía local, por la tarde os enseñaré la ciudad y podremos ir al teatro.
Ivanovic era un gran anfitrión, con Piotor me sentía igual que con Merlín cuando cruzamos Europa en el siglo XV, sus amigos se volcaban con nosotros.
Piotor arreglaba cuentas con el encargado del hotel, siempre apoyado por Ivanovic, Merlín los miraba curioso y Roxane y yo entramos en la tienda de Suvenires que había en la recepción.
-¡Mira amor mío! -, exclamó Roxane.
Roxane estaba fascinada, teníamos ante nosotros un maniquí vestido como una zíngara.
-¿Te acuerdas?
-¿Cómo olvidarlo? Estabas tan hermosa...
Ivanovic se nos acercó y nos dijo:
-Hermoso vestido, pero no es muy acertado para ir al teatro, ya he dado instrucciones al gerente para que os envíe a los profesionales cualificados para confeccionar la indumentaria acorde para tal evento.
Roxane y yo le miramos un tanto extrañados. Piotor se nos acercó en ese instante portando las llaves, nos las dio y subimos a la habitación.
¿Habitación? Era una suite de lujo, digna de un hotel de cinco estrellas. Nos estábamos acomodando cuando llamaron a la puerta:
-Buenos días, veníamos a tomarles medidas.
-¿Medidas? -, pregunté asombrado.
-Para los trajes de los señores.
-De acuerdo, pasen.
Roxane se ocultó tras un biombo mientras la modista le tomaba las medidas, a mí también me ocultó tras otro el sastre, era una situación muy cómica hablarnos tras de aquellos parapetos.
Ya terminada su labor, los profesionales se marcharon quedando al fin solos.
Nos abrazamos, nos besamos, tropezando con todo por la habitación, el beso era tan intenso que no habríamos los ojos y tropezábamos sin cesar, hasta que tropezamos con la cama y caímos en ella, comenzamos a acariciarnos y...

Horas después sonó el teléfono, nos habíamos quedado dormidos, el viaje en plena noche resultó agotador.
-Lo siento mi amor, no pude evitar dormirme en cuanto me relajé.
-Tranquila querida, yo me dormí un segundo después.
-¿Quién estará llamando?
-Sí... sí... de acuerdo... ahora bajamos.
-¿Quién era, querido?
-Era Ivanovic, nos esperan en el salón principal para comer.









martes, 27 de diciembre de 2011

Capítulo 11 Beriev BE-200


-¿Cuánto tardaremos en llegar? Aun no me he acostumbrado a volar. -, se quejaba molesta Roxane.
-Revisaré la aviónica con Anatoli, aunque calculo que unas cuatro horas, quizá algo más -. Le contestó Piotor.
-¡Oh, Dios mío! Esto es horrible.

-Calma mi amor. Piotor ¿Cómo calculas...? ¿Qué velocidad alcanza este trasto? -. Le pregunté mientras consolaba a Roxane.
-Alcanza 320 nudos. Me voy a la cabina.
-¿Nudos? ¡Que manía con la terminología marina! así no me entero de nada -. Me quejé contrariado.
-Amor mío, no es tan difícil.
-¡Ah, no! Explícamelo.
-Mi padre era armador y lo sé todo de esa terminología.

-Es verdad, lo había olvidado.
-¿Qué quieres saber?
-La equivalencia del nudo en Kilómetros hora.
-Yo normalmente los nudos los equivalía en metros por segundo.
-Con eso me vale.
-Un nudo es medio metro por segundo.

-Un metro por segundo no llega a 3 kilómetros hora, escasamente 2,8.
-Eso son 480 kilómetros hora. 2172 Km serán unas... cuatro horas y media como dijo Piotor.
-Eres muy buena en matemáticas mi amor.
-Casi tanto como tú.
-Ya que sabes tanto de esa terminología... ¿Porque los llaman nudos?
-Los marineros por lo general no saben... no sabían en mi época, ni leer ni escribir y mucho menos matemáticas, de modo que usaban “la corredera” era un ingenio muy rudimentario que consistía en lanzar una boya, que podía ser

un simple tronco al que ataban una cuerda con nudos, tenían un reloj de arena que calculaba un intervalo de tiempo y cuando transcurría éste, contaban los nudos, por supuesto con un ábaco, porque de otro modo no tenían ni idea. Te asombraría lo eficaz que era.
-Tanto que la terminología persiste siglos después.
Piotor apareció en lo mejor de la conversación.
-Traigo unas pastillas para el mareo que me ha dado Anatoli de su botiquín, para ti Roxane. Teniendo en cuenta la climatología y el fuerte viento de cola, tardaremos tres horas y media, no mucho más.
-¿Cómo? -. Gritamos casi a la vez Roxane y yo.
-Ja, ja, ja, -. Se reía Merlín a nuestro lado.
-¿De qué te ríes? -. Le pregunté.
-Os llevo oyendo todo este rato, haciendo cávalas y habéis olvidado la base de las matemáticas es la exactitud, un cálculo de ese tipo no se puede hacer en redondeo, yo lo calculé exacto.

-¡Ah, sí! ¿Cómo? -. Repuso Roxane.
-Piotor ¿Esta nave alcanza 600 kilómetros hora ¿Verdad?  ,-tanteó Merlín.
-Por supuesto -. Afirmó Piotor.
-A 600 Kilómetros hora llegaremos a Rijeka en tres horas y media, puesto que volando vamos en línea recta. -. Dijo pleno de seguridad Merlín.
-¿Cómo has sabido que alcanzaba 600 kilómetros hora en vez de 480? -. Le pregunté.
-Piotor dijo que alcanzaba 320 nudos ¿No es eso?
-Sí -. Le contestamos a Merlín.
-Como ya es he dicho la exactitud es esencial en las matemáticas, Roxane sabía la equivalencia en metros porque en su época las velocidades eran ridículas comparadas a las de ahora.
-Sí, pero ¿cómo lo has calculado tú? -. Le preguntó Roxane.
-Usé mi agenda electrónica -. Soltó burlón Merlín.

Piotor rompió en una sonora carcajada mientras yo miraba abochornado al suelo y Roxane dijo:
-¿Qué es una agenda electrónica?
El resto del viaje transcurrió tranquilo, los rusos saben amenizar un viaje, son gente cordial y hogareña, Piotor nos asombró trayendo más tarde un termo con té caliente y una caja de pastas deliciosas.
-He visto lo cordial que hablas a tus hombres Piotor, eso te honra.
-Víctor... Ellos no son mis hombres, son hermanos para mí, son spetsnaz como yo.

-Entonces no es una organización, es una hermandad.
-Sí, las personas que a mí me importan, son igual de importantes para ellos.
-¿Conoces desde hace mucho  Antolín? -. Le preguntó Merlín a Piotor.
-¿Recuerdas a Sergei?
-¿El contacto del Ermitage? -. Volvió a preguntar Merlín.
-Sí, él también es miembro de esta hermandad, lo somos todos los miembros del comando en el que fuimos hermanos de armas, fueron tantas las misiones que sabemos a ciencia cierta que podemos contar los unos con los otros.
Pasaron las horas y por fin llegamos hasta la costa croata.

-Piotor -. Anatoli estaba llamando a nuestro amigo.
-Да? (¿Sí?)
-Мне нужна помощь угробив (Necesito ayuda para amarar)
-Amigos míos, siento dejarlos, pero este pájaro se posa mejor con dos pilotos, más teniendo en cuenta que no es lo mismo amarar en el mediterráneo que en el lago Ladoga.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Capítulo 10 San Petersburgo



Estábamos en el hotel Katyusha, muy cerca del palacio de invierno, en la zona más turística de San Petersburgo.
-Piotor, tú eres de San Petersburgo ¿verdad?
-Sí. Yo y todos mis ancestros hasta 300 años atrás, que fue cuando se construyó, todos eran militares como yo, gente de honor, nuestra palabra vale más que nuestra vida.
-Lo sé amigo mío, sé a ciencia cierta lo mucho que vale tu palabra.
-Todos piensan que la revolución rusa la hizo el pueblo y en base así es, pero de no haberse unido el ejército, Jamás hubiese sucedido. Mi familia formó parte de esa revolución y ostentaron altos cargos en el partido, pero durante las purgas de Stalin cayeron todos porque su integridad no era acorde con la locura de aquel líder, permanecieron en la sombra, atentos y serviles.
-Todavía no tengo muy claro cómo pudieron llegar a para aquí los espejos.
-Víctor, los espejos no fueron a parar aquí por casualidad. Napoleón tiranizó casi toda Europa durante casi una década, hasta que le pararon los pies en Leipzig en octubre de 1813, abdicó unos meses más tarde y regresó a Francia donde duró en el poder otros 100 días, más o menos, hasta que le derrotaron en Waterloo, en Bélgica el 18 de junio de 1915, ese mismo año el zar Alejandro I entró con sus tropas a París e hizo una de las mayores compras para la colección del Ermitage, fue entonces cuando se hizo con los espejos.

-Así fueron a parar a San Petersburgo.
-Efectivamente en San Petersburgo, la entonces capital de Rusia.
-Esa ciudad ha tenido varios nombres ¿verdad?
-Sí. Desde que se fundó hace 300 años; primero le dieron el nombre del santo patrono de su fundador, entonces los alemanes y los rusos eran aliados, pero en la primera guerra mundial cuando ambos pueblos se rivalizaron, se le dio el nombre de Petrogrado, durante la revolución rusa Lenín decidió quitarle la capitalidad y se la dio a Moscú para alejar nuestra capital del conflicto bélico y de sus enemigos, los soviets se lo pagaron a su muerte dándole su nombre a esta ciudad, la llamaron Leningrado, hace escasamente dos décadas volvió a llamarse San Petersburgo.
-Conoces bien la historia, se nota tu procedencia.
-Esta ciudad supuso un inmenso sacrificio al pueblo ruso, mis antepasados como militares que eran, trajeron a estas tierras a los obreros que la construyeron, no había apenas población aquí, El zar decreto el traslado forzoso de miles de siervos. Recorrían cientos de kilómetros a pie, en los primeros años las condiciones ambientales y del terreno mataron a la mitad, pero Pedro el grande no desistió, quería una salida por mar al mundo occidental.

-Ignoraba que hubiese sucedido semejante genocidio, pero como en todas las grandes construcciones a lo largo de la historia, el precio de su grandeza siempre se ha  pagado en vidas humanos.
-Mi familia ha visto muchas guerras, los zares eran muy caprichosos y los soviets aún más. Todos mis antepasados fueron soldados, Por eso yo me hice Spetsnaz, para estar en la elite, pero como casi todo el ejército de mi amada Rusia, al caer el régimen nos reclutaron las mafias.
-Hablando de mafias... ¿Cómo sacaremos el espejo?
-No te preocupes Víctor, el problema no es sacarlo, eso pude hacerlo desde Mombeltrán, el problema es identificarlo a ciencia cierta, el palacio de invierno tiene mil cien habitaciones y cientos de espejos.

-¿No sabes donde está ubicado?
-Mis amigos creen haberlo identificado, pero hay que estar seguros, la pieza se haya en los sótanos, fuera de los catálogos convencionales, eso hará que no lo eche en falta nadie, pero sí ese personaje tan poderoso, es seguro que en cuanto le comuniquen que un espejo azul ha salido de allí reforzará las medidas, el palacio será hermético y no podremos hacer un segundo intento.
-No hay muchos espejos como ese, en realidad es único.
-Sé que es único pero mis socios me hablaron de más de una docena que se corresponden a las características.
-Yo lo conozco a la perfección.
-Lo sé, pero tú no puedes ir, hay elementos en el escenario que podrían identificarte. Quédate con Roxane en el hotel, iremos Merlín  y yo.
-Merlín lo conoce tan bien o mejor que yo.
Me hubiese encantado pasear por San Petersburgo con Roxane, pero los elementos del escenario me preocupaban, mientras esperábamos en la habitación del Katyusha, comencé a relatarle a mi amada:
-San Petersburgo en primavera es precioso, pero me habían contado que era más bello aun en el solsticio de verano, con sus noches blancas, grato lugar para pasear los amantes dese la perspectiva Nevsky.

-Volveremos en junio mi amor, pasaremos por sus calles en sus tardes interminables, juntos, abrazados -. Comentó ilusionada Roxane.
Mientras comíamos en la habitación, se presentaron Merlín y Piotor:

-Es el espejo, no cabe duda, lo he visto con mis propios ojos -. Merlín estaba eufórico
-Está todo listo, lo cargarán en un Beriev BE-200, es un hidroavión de carga, nos iremos a bordo de él esta misma noche , nos explicó frío y calmado Piotor.
-Ese avión lo conozco, quizás aquí sea común verlo, pero no en Europa occidental ¿Dónde aterrizaremos? -. Le pregunté inquieto.
-En  Rijeka, el puerto más importante de Croacia, junto a Triesde próximo al Nordeste de Italia, está a 2200Km plus minus.
-Era tu ruta habitual ¿Verdad amigo? -, insinué mordaz a Piotor.
-Guárdame el secreto -. Contestó irónico.
Piotor se lo tenía bien montado el tinglado, tenía un hangar en el lago Ladoga, nos separaban de dicho lago unos 70 km , cuando llegamos sus hombres estaban amarrando el hidro a dos potentes remolcadores, nosotros subimos en el aparato, era un armatoste enorme, no se podía comparar con un Antonov, pero no era precisamente un micro-bus, al fin pude ver el espejo, bueno... su embalaje, Piotor sacó una navaja, cortó parte del mismo y así se aseguró de que no habían envuelto un perchero.
-Piotor, мы находимся в позиции, мы можем начать взлет. (-Piotor, estamos listos, podemos empezar la maniobra de despegue) -, le dijo el piloto a mi amigo Piotor.
-Anatoli вперед, иди сразу. (“ Adelante Anatoli, vámonos de inmediato)
Para despegar con un hidroavión, no hay nada mejor que un lago, excepto una pista de aeropuerto. El lago Ladoga es el más grande de Europa con17.700Kilómetros cuadrados, no le fue difícil despegar al piloto, incluso de noche.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Capítulo 9 Mombeltrán




Era una plácida mañana de primavera y pasear por aquel jardín era todo un lujo, estaba en una de las laderas del castillo del pueblo que había sido la cuna de mis ancestros.
Llevábamos dos días allí y habíamos bajado al jardín para esperar a Piotor en la terraza que lo cité en mi mail.
-Se está muy bien aquí mi amor, esta terraza es una delicia -, comentaba alegre Roxane.
-La primavera es la mejor época para estar aquí mi amor.
-Es un pueblo tan bonito y tu casa también lo es.

-Es herencia familiar, mi familia proviene de aquí.
El camarero se nos acercó mientras charlábamos sentados en una mesa de aquel hermoso jardín.
-¿Quieren otro refresco los señores?
-Yo tomaré un vino. -, dijo envalentonándose Merlín.
-Sabia elección señor, tenemos un vino de pitarra excelente.
-¿No será muy temprano para vinos? -, pareció preocuparse repentinamente  Merlín.
-No hombre no, son más de las doce, además te pondrán una tapa -, le dije para tranquilizarle.
-¿Tapa? ¿Qué es una tapa? -, preguntó curiosa Roxane.
-Algo de comer, una pequeña muestra de la gastronomía local.
-Yo quiero de eso. -, culminó animada mi amada.
-Camarero traiga dos vinos, un refresco y una ración de Peluchonas.
-¿Peluchonas? -, preguntaron a la vez Merlín y Roxane.
-Es un puré de patatas con un guiso especial, os gustará amigos míos.
-Víctor, el espejo se conserva impecable, espero que el otro se conserve igual.
-Eso espero yo también, amigo mío.
-Me vinieron a la mente gratos recuerdos al verlo ¿Que tal quedaría Leonardo? -, dijo nostálgica Roxane.

-Bastante bien según dicen en los libros de historia, lo pasará mal en el 1500 y en 1505 le haremos una visita.
-Eso me lo tienes que explicar Merlín.
-Todo a su tiempo amigo mío.
-Piotor no tardará en aparecer, quizás se haya retrasado en la investigación, si hubiese problemas habría contactado por e-mail
-No te preocupes amor mío si pasan dos días sin noticias, iremos a Florencia a buscarle.
-Es arriesgado, Morgana tiene muchos contactos allí, debo suponer que el centro de su red está en el vaticano como lo estaba hace siglos. -, advirtió Merlín.
-Tuvo que ser ella quien orquestó mi persecución, debió alertarla el hecho de que alguien se interesase por los dos espejos a un tiempo, estoy seguro de que fue ella quien los separó.
-Ella debió llegar a la conclusión de que yo los atesoraba juntos, se hizo con ellos y los separó.
-Pero Merlín; Si ella sabía que los necesitabas ¿por qué no los destruyó? -  preguntó Roxane.
-Supongo que intuía su poder y pensó que podría usarlo para sí, siempre y cuando conociese sus paraderos.
-Muy acertado Víctor, yo también llegué a la misma conclusión, ella lleva siglos persiguiéndome, en cuanto se hizo con ellos, encontró la manera de dar conmigo.

Merlín se encontraba muy cómodo en aquel entorno rústico, al igual que en Cáceres, allí mitigaba la añoranza del pasado del que provenía, Roxane y yo paseábamos por el campo, era una auténtica maravilla el despertar de la naturaleza tras el duro invierno de la montaña.
-Me encanta este lugar, me tienes que traer más a menudo amor mío -, decía risueña Roxane.
-Será un placer, yo también estoy muy cómodo aquí, este lugar siempre ha sido para mí un refugio.
-Será nuestro refugio, nuestro refugio en la montaña.
-Si aquí podemos perdernos y olvidarnos del mundo, solos tú y yo.
-¿Recuerdas nuestra primera noche? -, dijo Roxane recordando nuestros comienzos.
-Cómo olvidarla, después de las calamidades hasta Milán, la luna se reflejaba en tu piel dándole un brillo de plata.

-Esperamos día tras día, noche tras noche, juntos sin podernos entregar el uno al otro.
-Los esbirros de Morgana nos pisaban los talones, pero yo no podía dejar de pensar en ti, estaba completamente enamorada.
-Como lo estamos ahora mi amor.
El sol se estaba poniendo y un espectáculo de luz se dibujaba desde el horizonte, diseminándose por todos los campos. Acerqué mis labios a los suyos y la besé tiernamente, estuvimos abrazados y besándonos hasta que apenas había luz, luego regresamos a la casa de mis ancestros y nos entregamos el uno al otro.
Dos días más pasaron en aquella tranquila villa y estando en nuestra terraza favorita planeando el viaje a Florencia apareció Piotor:
-¡Piotor amigo mío! Nos tenías preocupados -, le dije al mismo tiempo que lo abrazaba.
-No fue fácil despistarle, el cerco era muy estrecho y no podía arriesgarme a traerlos hasta aquí, este es un lugar muy seguro, así que me tomé mi tiempo para despistarlos a conciencia.
-Muy bien amigo mío, este lugar no es sólo seguro, es la cuna de mis orígenes y no deseo en absoluto que nuestros perseguidores conozcan su existencia.
-La cuna de mis ancestros también es muy bella, pero es diferente a la tuya amor mío, está junto al mar, después de lo que sucedió y de los siglos que han transcurrido, me pregunto si podremos pasear por allí como lo hacemos aquí.
-No te alarmes Roxane, yo conseguí recuperar mi palacio de Cáceres, entre otros y me fue muy útil un abogado que conozco, es experto en derecho internacional, mi caso era mucho más complejo que el tuyo, puesto que no existían ancestros de los que tomar pruebas de ADN que demostraran mi legítima propiedad.

-¿ADN? ¿Qué es eso? -. Preguntó pasmada Roxane
-Es una prueba científica que demuestra la concordancia de tu persona con tus ancestros -. Puntualicé yo.
-¿Se puede hacer eso?
-Por supuesto Roxane, en este siglo sí -. Replicó Merlín.
-Pues en mi caso sí que encontraran ancestros, siempre y cuando Álvaro haya  limpiado el nombre de mi familia, sólo así podré reclamar mis propiedades.
-Claro que sí, estoy seguro de que Álvaro lo consiguió, le conozco muy bien, hablaré con mi abogado y lo recuperarás todo.
-¿Quién es Álvaro? -. Preguntó Piotor.
-Un amigo del pasado, que nos apoyó en el siglo XV, si mal no recuerdo. -, le conteste.
-¡Uf! Qué lío -. Añadió mi amigo.
-Líos aparte, nos tienes que poner al día Piotor.
-Con mucho gusto Víctor, cuando te envié en busca de ayuda, fue porque descubrí la red que estaban echando sobre nosotros. Tenías razón... la mafia rusa estaba detrás, pero eran miembros de la “Camorra” quienes les daban instrucciones que cumplían sin preguntas por fuertes sumas de dinero.

-¿La camorra? -, se interesó Roxane.
-Sí es... -, iba explicárselo cuando ella misma me interrumpió.
-Se perfectamente lo que es, soy de Nápoles, allí la Camorra continuamente presionaba a mi padre en el siglo XV. Veo con tristeza que aun siguen atormentando a las gentes, a pesar de los siglos que han pasado.
Piotor miró perplejo a Roxane y luego continuó:
-La camorra recibe órdenes desde alguien dentro del Vaticano pero ajeno a la iglesia.

-¡Morgana! -,dijimos casi a la vez Merlín, Roxane y yo.
-No sé su nombre pero es muy poderoso, mueve hilos al más alto nivel.
-No es necesario que la identifiques, sabemos que es ella, continua por favor -, le puntualizó Merlín.
-Si ese alguien Morgana o quien sea, usa a la mafia rusa es porque los espejos estaban en Rusia.
-¿En Rusia'? No lo entiendo ¿Cómo fueron a para allí? -, dijo estupefacto Merlín.
A Piotor no le molestaban las interrupciones, es más... creo que le gustaba crear ese aire de misterio, tras dejar pensativo a Merlín prosiguió con sus explicaciones:
-La camorra jamás entraría en Rusia, por eso contrataron a su mafia local ¿Por qué estaban en Rusia los espejos? Sencillo... ¿Acaso no eran antiguos?
-Sí. Mucho -. esta vez interrumpí yo.
-¿Dónde crees que se hallaban amigo Víctor?
-En el Ermitage.

-Exacto Víctor. Concretamente se hallaban en sus sótanos.
-¿Pero cómo fueron a parar allí? -. Repetía perplejo Merlín.
Piotor soltó una sonrisa y dijo:
-A ver si adivinas esto Víctor: ¿Alguien muy poderoso que vivió en Europa en el pasado?
-¡Uf! Cualquiera -, contesté disperso.
-Era de origen italiano.
-Vete a saber ¿Cesar? -, solté al boleo.
-Tenía poderosos aliados en Rusia.
-Napoleón -, culminé convencido.
-Exacto.
-Pues claro, solo pudo ser él -, me regodeé en mi lógica.
La cara de merlín se iluminó, súbitamente lo comprendía todo y comenzó a compartir impresiones con nosotros:
-Morgana siempre ha estado junto al poder, Napoleón debió hacerse con los espejos durante su apogeo y los zares se los arrebataron al retirarle su apoyo, así fueron a parar a los sótanos del Ermitage los espejos y ahora en el siglo XXI tras la caída del muro, los contrabandistas de arte los robarían de allí.
-Luego Morgana no los separó, lo cual tiene su lógica puesto que si sabía dónde estaban, los vigilaría mejor juntos que separados. -, puntualizó Roxane que permanecía atenta a todas y cada una de nuestras palabras.
Piotor ya nos había puesto al día y nuestro próximo viaje era a su país, él nos guiaría.