lunes, 6 de febrero de 2012

Capítulo 24 Juntos de nuevo


Ya estábamos sentados a la mesa y mirábamos expectantes a Alex.
-Lo siento  -, susurraba completamente arrepentido Alex.
-No hace falta que te disculpes, en realidad tu travesura ha tenido un resultado realmente genial -, le arengaba Merlín.
-¿Síii? -, musitó sonriendo Alex.
-Sí, todo ha acabado muy bien, pero fue muy peligroso, has corrido un gran peligro -, le repuso Roxanne.
-Perdonadme. Es que quería ver a Merlín porque estaba muy malito -, decía Alex con un mohín dibujado en su rostro.
-Sí, todo ha estado bien, pero debes prometernos que no te volverás a escapar -, le aseveré al niño.
-¿Podré quedarme con vosotros? Os prometo que no me volveré a escapar -, decía anhelante el pequeño.
-Por supuesto que te quedarás con nosotros, lo estábamos deseando tanto o más que tú  -, terminó diciendo Merlín.
El niño comenzó a reír con su risa cantarina, era inmensamente feliz, igual que nosotros.
-Aquí todo es muy raro, las cosas son diferentes, hacen cosas diferentes, visten diferente, incluso hablan diferente.
-Sí. Es normal, mi niño, a Merlín y a mí nos pasó igual, no te preocupes, te acostumbrarás muy pronto  -, decía Roxanne, tranquilizadora.
-Ahora tienes mucho que aprender, tendrás que esforzarte -, añadí yo.
-Con Bill estuve estudiando mucho, ya sé leer y escribir y matemáticas -, se jactó Alex orgulloso.



-Eso está muy bien. Pero habrás de aprender mucho más, en este siglo se han descubierto muchas cosas. Ya lo irás viendo -.  Añadió Merlín.
-¿Te duele mucho? -, le preguntó Alex a Merlín sobre sus heridas.
-Ya no, ya casi estoy bien.
-Estaba muy preocupado, no sabía cuánto daño te habían hecho.
-Ya no nos harán daño, tenemos amigos que nos protegen, en este siglo difícilmente volverán a atacarnos. -, añadí para calmar a Alex.
-¿Qué pasará con Bill? -, preguntó Alex.
-Estará bien en su época, si lo deseas podrás verle, como nosotros te veíamos a ti. -, le dije a Alex.
-Sí. Querré verle, siempre ha sido bueno conmigo.
Nos parecía mentira, Alex estaba con nosotros, viviría y crecería con nosotros, era un sueño hecho realidad.
-¿Cómo lograste dar el salto en el tiempo? -. le preguntó Merlín a Alex.
-Vi a Roxanne y a Víctor saltar, al principio tuve mucho miedo, sobre todo cuando  desaparecían, da mucho miedo, pero quería saber cómo estabas.
-¿Cómo sabías lo de los poemas? (Le pregunté yo)
-Os oí a ti y a Roxanne, se lo que es un poema, Bill me enseñó, pero yo sólo me acordé de uno muy pequeño.
-¿Cuál? (Le preguntó curiosa Roxanne)
El niño recitó su poema:

Como la niña inocente
Ensarta el alimento.

Haciendo su collar inconsciente.
Hilar gotas es vano intento,

Pues pasado el presente,
 Tan solo será un lamento,

Que si bien lamente,
Su instinto dejó contento.
Todos nos quedamos embelesados y Roxanne después de lanzar un suspiro dijo:
-Que hermoso. ¿Lo escribiste tú?
-No. Me lo enseñó Bill, el día que me cogió jugando con las habas haciendo collares.



-Ja, ja, ja -, nos reímos todos.
-Yo te enseñaré a componer sonetos.
-¡Pero Merlín! El compondrá o recitará los poemas que le gusten -, le replicó Roxanne.
-Vale, pero ya verás cómo le gustan los sonetos -, insistió Merlín.
-Los sonetos son muy bonitos, pero son muy difíciles de componer -, decía el pequeño.
-Ese poema que has recitado es muy bonito, no tienes por qué buscar poemas complejos si no te gustan  -, comenté yo.
-Pero si a mí me gustan los sonetos, pero... -, decía Alex dubitativo.
-Te entiendo, a mí mismo al principio me costaba mucho entenderlos, me gustaba pero los veía complejísimos -, añadió Merlín.
Tras la cena acostamos a Alex, esta vez no tendríamos que despedirnos, no tendríamos que volver a llorar su ausencia. Le dejamos en su cama durmiendo como  un ángel y nos fuimos a dormir.
Fuera hacía una noche de perros, la tormenta arreciaba, parecía cobrar fuerza por instantes. Los relámpagos arrojaban sombras fantasmagóricas y los truenos que les sucedían, te sobresaltaban por su retardo debido a la distancia a la que caía el rayo.



Estábamos en la cama y oímos como se abría nuestra puerta y vimos una cabecita asomando.
-Tengo miedo, suenan muchos truenos.
-Entra. Esta noche dormirás con nosotros  -, le dijo amorosa Roxanne.

2 comentarios:

  1. Una bellisima historia, no me canso de leerla, ahora con el movil se me hace mas facil todo. Muchos besos y gracias por escribir asi.

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  2. Gracias por seguirlo desde el principio Judith, dos capítulos más y habrás leído la historia completa.

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