Ya estábamos sentados a la mesa y
mirábamos expectantes a Alex.
-Lo siento -, susurraba completamente
arrepentido Alex.
-No hace falta que te disculpes, en
realidad tu travesura ha tenido un resultado realmente genial -, le arengaba Merlín.
-¿Síii? -, musitó sonriendo Alex.
-Sí, todo ha acabado muy bien, pero
fue muy peligroso, has corrido un gran peligro -, le repuso Roxanne.
-Perdonadme. Es que quería ver a
Merlín porque estaba muy malito -, decía Alex con un mohín dibujado en su
rostro.
-Sí, todo ha estado bien, pero debes
prometernos que no te volverás a escapar -, le aseveré al niño.
-¿Podré quedarme con vosotros? Os
prometo que no me volveré a escapar -, decía anhelante el pequeño.
-Por supuesto que te quedarás con nosotros,
lo estábamos deseando tanto o más que tú -, terminó diciendo Merlín.
El niño comenzó a reír con su risa
cantarina, era inmensamente feliz, igual que nosotros.
-Aquí todo es muy raro, las cosas son
diferentes, hacen cosas diferentes, visten diferente, incluso hablan diferente.
-Sí. Es normal, mi niño, a Merlín y a
mí nos pasó igual, no te preocupes, te acostumbrarás muy pronto -, decía Roxanne, tranquilizadora.
-Ahora tienes mucho que aprender,
tendrás que esforzarte -, añadí yo.
-Eso está muy bien. Pero habrás de
aprender mucho más, en este siglo se han descubierto muchas cosas. Ya lo irás viendo -. Añadió Merlín.
-¿Te duele mucho? -, le preguntó Alex
a Merlín sobre sus heridas.
-Ya no, ya casi estoy bien.
-Estaba muy preocupado, no sabía
cuánto daño te habían hecho.
-Ya no nos harán daño, tenemos amigos
que nos protegen, en este siglo difícilmente volverán a atacarnos. -, añadí
para calmar a Alex.
-¿Qué pasará con Bill? -, preguntó
Alex.
-Estará bien en su época, si lo deseas
podrás verle, como nosotros te veíamos a ti. -, le dije a Alex.
-Sí. Querré verle, siempre ha sido
bueno conmigo.
Nos parecía mentira, Alex estaba con
nosotros, viviría y crecería con nosotros, era un sueño hecho realidad.
-¿Cómo lograste dar el salto en el
tiempo? -. le preguntó Merlín a Alex.
-Vi a Roxanne y a Víctor saltar, al
principio tuve mucho miedo, sobre todo cuando
desaparecían, da mucho miedo, pero quería saber cómo estabas.
-¿Cómo sabías lo de los poemas? (Le
pregunté yo)
-Os oí a ti y a Roxanne, se lo que es
un poema, Bill me enseñó, pero yo sólo me acordé de uno muy pequeño.
-¿Cuál? (Le preguntó curiosa Roxanne)
El niño recitó su poema:
Como la niña
inocente
Ensarta el
alimento.
Haciendo su
collar inconsciente.
Hilar gotas
es vano intento,
Pues pasado
el presente,
Tan solo será un lamento,
Que si bien
lamente,
Su instinto
dejó contento.
Todos nos quedamos embelesados y Roxanne
después de lanzar un suspiro dijo:
-Que hermoso. ¿Lo escribiste tú?
-Ja, ja, ja -, nos reímos todos.
-Yo te enseñaré a componer sonetos.
-¡Pero Merlín! El compondrá o recitará
los poemas que le gusten -, le replicó Roxanne.
-Vale, pero ya verás cómo le gustan
los sonetos -, insistió Merlín.
-Los sonetos son muy bonitos, pero son
muy difíciles de componer -, decía el pequeño.
-Ese poema que has recitado es muy
bonito, no tienes por qué buscar poemas complejos si no te gustan -, comenté
yo.
-Pero si a mí me gustan los sonetos,
pero... -, decía Alex dubitativo.
-Te entiendo, a mí mismo al principio
me costaba mucho entenderlos, me gustaba pero los veía complejísimos -, añadió
Merlín.
Tras la cena acostamos a Alex, esta
vez no tendríamos que despedirnos, no tendríamos que volver a llorar su
ausencia. Le dejamos en su cama durmiendo como
un ángel y nos fuimos a dormir.
Fuera hacía una noche de perros, la
tormenta arreciaba, parecía cobrar fuerza por instantes. Los relámpagos
arrojaban sombras fantasmagóricas y los truenos que les sucedían, te
sobresaltaban por su retardo debido a la distancia a la que caía el rayo.
Estábamos en la cama y oímos como se
abría nuestra puerta y vimos una cabecita asomando.
-Tengo miedo, suenan muchos truenos.
-Entra. Esta noche dormirás con
nosotros -, le dijo amorosa Roxanne.
Una bellisima historia, no me canso de leerla, ahora con el movil se me hace mas facil todo. Muchos besos y gracias por escribir asi.
ResponderEliminarGracias por seguirlo desde el principio Judith, dos capítulos más y habrás leído la historia completa.
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